miércoles, 9 de febrero de 2011

ALGO MÁS SOBRE EL DR. PEPE


Esta vez contaré una de las actitudes que tenía. Expeditivo al extremo, yo le había puesto varios apodos. Uno de ellos era "el corre caminos". Sobreentendido está. No importaba la hora, el lugar, pero él allí iba con su maletín. Con prisa y por las dudas con algún rezongo.

Cuando en alguna oportunidad antes de comenzar la consulta a las 16hs. regresaba al consultorio repleto de personas, por lo general no entraba muy sonriente, mas en el mismo instante en que el paciente traspasara la puerta, el Dr. cambiaba la seriedad por un saludo afectuoso y hasta ampuloso.

Tenía entre sus pacientes a un padre de dos niños. Este hombre era el candidato de los horarios más inoportunos. Solía por ejemplo aparecer un domingo de verano a la noche con su familia, tocar el timbre y como el Dr. no tenía ningún prejuicio, atendió la puerta. La pregunta del millón fue - Doc, se fija que a la nena creo le picó un bicho porque le molesta la pierna, venimos del club y no quiero esperar a mañana. Y seguidamente, - mostrale el lugar al Dr. En la puerta de calle. Ël le miró la picadura, entró a su consultorio, le dio una loción, le palmeó la espalda y listo.

Estas consultas con este joven padre se repetían en el mismo tenor, con diferentes síntomas de cada integrante de la familia. Problemas menores, no urgentes y por lo general en la puerta y a deshoras.

Una tarde, entró y¡ oh! lo vio sentado entre los pacientes, Vislumbré que su cara se trasfiguraba. En un lapso corto abrió la puerta y sin preguntar quién debía pasar primero lo miró fijo y con voz seca, le preguntó -¿Y vos qué querés? El muchacho se puso de pie marcialmente, en medio de las 10 o 12 personas que miraban la escena y contestó- Un kilo de papas, Doc. - Pasá, pasá, a ver con qué venís hoy,

Ése era Pepe, el querido, respetado médico de Agronomía de quien una paciente dijo de él : hay que poner todo lo que significa el Dr. en una balanza y sólo soportarle el primer round, después deja la vida por cada uno de nosotros.

Éste es un pequeño detalle de su trayectoria como médico de barrio y de hospital. Me recuerda mucho el proceder suyo al de Néstor Kirchner quien no dejó un minuto de preocuparse por su pueblo. El Dr. Pepe hizo lo mismo con su barrio y su hospital.












miércoles, 19 de enero de 2011

IMPOSIBLE?


¿Qué hacer cuando el vacío
ocupa lo inocupable?
¿Qué se hace con tu lugar
ese lugar tuyo
en la casa en la mesa en la cama?
¿Qué con las horas que continúan
no paran
los minutos no se detienen
y vos no estás?
¿Qué hago con esta vida que no esperé
ni soñé ni siquiera imaginé?
Quiero hoy volver a verte de azul
pasando tus finas manos sobre tu cabeza
en medio de aquella gente
vivando tus 78.
Quiero ponerme el viejo vestido de encaje verde
y bailar y bailar con vos otra vez.
¡Quiero! ¡Quiero!
Quiero que estés.
Te quiero.
27 – 12 - 2009

martes, 5 de octubre de 2010

ESE HOMBRE


Vetas de plata
manojos de luna
argentan
su cara plegada
de años.
Los ojos lo llevan
tan lejos
como a la edad núbil
al lapso púber
doliente y risueño
al de la madurez precisa,
a esta senectud,
pisoteados sus principios,
y el hombre llora.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

POEMAS...


QUISE
Quise arañar la ventana
mis uñas resbalaron en el cristal.
Quise marcar la pared
con tu nombre
descascaré la pintura de los años.
Quise lastimar la tierra del jardín
los terrones se escurrieron de mis dedos.
Rasgué mi pecho desnudo
y mi corazón terminó de desangrarse.

ESTÁS
Si tu voz me dijera
tus ojos se inscrustaran en los míos
con su fondo de hielo
y tus manos tocaran mi piel
o te mirara yo, pidiera tu abrazo
y me abrazaras como siempre
hasta doler en el apriete de mis huesos
diría, estás
y volvería a vivir.

TE PIENSO
I
Te pienso.
La soledad
y el olor doliente
envuelven mi cuerpo.


II
No quiero
no quiero saber de tu ausencia
me herís con el recuerdo.
Muero de amor.

ACASO
¿Acaso te trae a mí
el pino en las noches extraviadas?
¿Quizás el césped
atenúa tus pisadas
antes silenciosas
hoy ausentes?
y me buscás por un beso
una caricia?
No está más el camino único,
indiviso.
No estás vos
y yo no estoy.
¿Para qué?


viernes, 25 de julio de 2008

VUELVO CON EL HOSPITAL ALVEAR

Luego de un lapso interminable por quienes hemos compartido horas dolorosas, volveré pronto con el interminable recuerdo de su paso, especialmente con los míos propios y del colega, compañero de Guardia del Hospital Alvear y el amigo de compartir horas y horas en familia, el Dr. Roberto Bonelli, que se ha comprometido a ayudarme en estos lapsus propios... y que esacapan a mi memoria. Desde ya, mi agradecimiento a ese amigo y a Elizabeth, su esposa , sus hijas Marcela (MEDIO CHAMACA AHORA), Karina y sus nietos, razón y ser.

Más luego incluiré esas increíbles e histriónicas formas suyas de contar.


lunes, 5 de mayo de 2008

Anécdota II

HOSPITAL FERNÁNDEZ OTRA VEZ
PRACTICANTE


El trío Pepe, Ronaldo, Castro, fueron llamados antes de dejar la guardia a las 8 de la mañana por el Director del Hospital, que para ese entonces ocupaba el cargo, el padre de otro practicante y compañero de guardia a la vez.
Tuvieron que dar cuenta, no sin poca vergüenza y aceptar que habían sido los autores de que flameara una bombacha en lugar de la bandera argentina, en el mástil de la entrada del hospital.
Si entonces provocaba risas el gustito de la ranada, con el tiempo, él lo contaba entre risueño por la saudade y mostrando a sus hijos la implicancia del hecho que en su momento había sido gracioso.
Las bromas, para aquellos años, entre 1950 y 1958 se acostumbraban en las guardias de los hospitales. A veces eran muy fuertes, pero ellos cumplían con la atención en la guardia como les correspondía, so pena de ser sancionados por el Jefe.
Vendrá una tercera.